El objetivo es “atraer a una audiencia masculina interesada en la ropa con valor añadido con la que podamos comunicarnos, que nos cuente cómo le gusta vestir y cómo no; para que podamos concebir juntos series muy personalizadas”, comenta el CEO de Agreste.Así surge Agreste. “Cuando consideré que estaba maduro para emprender un proyecto personal, comencé a pensar en Agreste: ropa de calidad, de diseño atemporal, confeccionada en la Comunitat Valenciana y con una clara orientación al cliente. Ropa como la que se hacía antes, la que dura, la que apetece reparar si se rompe y se pasa entre primos o hermanos como un tesoro”, indica Álex. “Nuestra colección inicial cubre tres prendas básicas en el armario masculino: las camisas, los chinos y los jeans. Clásicos modernos, pensados para vestir con estilo un look muy desenfadado”.Hasta aquí todo bien, pero el gran reto surge por su orientación exclusiva al canal digital. “El diseño de la ropa de Agreste es muy funcional, para todos los días. La propuesta de la primera colección es nuestra, pero el objetivo es que las futuras prendas nazcan fruto de la conversación con la audiencia. Hacemos partícipe al consumidor en el proceso de desarrollo y le correspondemos con las ventajas de la venta directa; no tener intermediarios maximiza la competitividad de la propuesta de valor”.Agreste apuesta por la producción en la Comunitat. “He vivido muy de cerca la triste caída del textil hogar valenciano y creo que está en manos de las empresas, nuevas y consolidadas, apostar por la producción local que genera trabajo y riqueza en la región, reactivando la economía”. Además, se trata de un proyecto con responsabilidad social. “Nuestro objetivo es ser capaces de prever con detalle las necesidades del mercado, no solo cualitativa sino cuantitativamente, para poder producir de forma sostenible solo aquellas cantidades que nuestros clientes demanden, disminuyendo el impacto ambiental”, explica Álex.“Emprender no es cortoplacista, es una carrera de resistencia y hay que estar muy bien preparado.”Álex destaca por su actitud emprendedora. Lanzarse con la idea no fue nada sencillo. Según indica, “Creo que no existe una cultura del emprendimiento interiorizada en la sociedad. Hay un burbuja, eso sí, muy ligada al pelotazo. Emprender no es cortoplacista, es una carrera de resistencia y hay que estar muy bien preparado”. Destaca, además, la importancia de estar bien asesorado y no lanzarse sin más. “Arrancar desde cero, sin padrinos, es muy duro, pero gracias a organizaciones como AJEV- Oficina Impulsa o SECOT y entidades como Caixa Popular que apuestan por los emprendedores existe la posibilidad de hacerlo”.